No soy original, no se me suelen ocurrir buenas ideas para escribir, normalmente me guío por otras cosas que he leído, pero me gusta transformarlas en pequeñas otras cosas.
Lo que si suelen decirme es que estoy un poco loca, que digo cosas graciosas y sin sentido... yo la verdad es que solo intento que las penas sean más pequeñas a base de disfrazarlas de bromas, y que los momentos incómodos se rompan y se destape la risa.
Porque me han enseñado a ser así, porque mi madre siempre dice que la gente no tiene porque ver las penas que tienes dentro, los colores feos o las lagrimas. Que con una sonrisa hacia fuera, se te acaba calando dentro y todos esos colores se vuelven brillantes y claros.

Y  es que la locura, a veces, es hereditaria.

Un poco de serendipia, que haya algo que me haga reaccionar, hacerme ver que todo esto merece la pena. Demasiado tiempo llevo esperando que llegue la persona, el camino o la oportunidad que haga que mi vida cambie, que me deje ver lo que soy, lo que quiero llegar a ser. Porque lo que veo ahora no me gusta, porque odio no tener ninguna meta y despertarme cada día sabiendo que no me va a pasar nada relevante.

Levantarme y saber exactamente todos los pasos que voy a dar por la mañana, las veces que voy a reír por la tarde, los pensamientos que se me van a ocurrir por la noche y la cara que voy a ver en mis párpados justo antes de dormirme. 

Y solo pido un poco, una ocasión de serendipia, eso que me encienda!

Empezar, comenzar, dar principio a algo que ayude.

Confiaré en éste algo de momento.